viernes, 7 de enero de 2011

Crepuscular

Aún recuerdo aquella gélida sensación cuando aquel día caminando sin rumbo en mitad de la noche, sentía despertar lentamente aún mientras la ciudad con su ruido característico parecía orquestar los sentimientos que me invadían...

Tomé mi teléfono celular, lo apagué, no deseaba hablar con nadie, no en ese momento cuando el dolor llenaba cada fibra de mi ser. Amanecería pronto, sólo en unas horas, mi vida como era hasta ese día, cambiaría radicalmente.

El tiempo parecía no estar a mi favor, parecía transcurrir cada vez mas lento aunque yo era la que sentía morir rápidamente y el retumbar de mi corazón que marcaba el tiempo que poco a poco terminaba para ambos: una sinfonía mortal que en mi interior apagaba toda sensibilidad.

Me encontraba tan abstraída en mis cavilaciones que no percibí tus pasos tras de mí, así que cuando tomaste mi mano no pude evitar asustarme, no creí que estarías allí a mi lado, y cuando escuché tu voz pensé que eras producto de mi imaginación.
Poco a poco, cuando los primeros rayos de sol comenzaban a iluminar levemente los árboles, en ese momento supe que sería la última vez que compartiría ese momento contigo, un instante sin palabras, sin sonrisas, ni muestras de afecto, sólo tu y yo percibiendo en cada elemento a nuestro alrededor las huellas indelebles de lo que compartimos al rayar el alba.

1 comentario:

  1. Crepuscular, hermoso escrito. Se lo he enviado a mi amiga Silvia, se que le gustara. Visita mi fotolog, te enviare el link.

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